MAR RECREO.  Capeáns: "España tiene medios de respuesta adecuados a las emergencias"
A Coruña, 7 ago 2013 (EFE).

'Navegar seguro' es el título y el propósito del libro que ha escrito Manuel Capeáns, controlador de SASEMAR, conocedor de los riesgos que tiene el mar y que pueden minimizarse en las embarcaciones de recreo siempre que haya prudencia y

una comunicación eficaz porque "España tiene medios de respuesta adecuados a las emergencias".

"El libro surge de ver en el trabajo que se produce en muchos accidentes. En el año 2012, hubo 3.499 asistencias a nivel nacional de Salvamento, de las que 1942, el 56%, fueron protagonizadas por embarcaciones de recreo", apunta Capeáns en una entrevista a EFE.

Enamorado de la navegación y licenciado en Náutica y Transporte Marítimo, reúne en su libro historias que él mismo atendió en el centro de coordinación de tráfico y salvamento marítimo de Finisterre, en la llamada 'Costa da Morte', y también en los años que pasó en el de Baleares.

A esas emergencias que conoció de primera mano ha agregado informes elaborados por CIAIM, la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos que depende del Ministerio de Fomento y que son "accesibles pero grandes desconocidos".

"Se trata de darles publicidad. La CIAIM estudia las causas de los accidentes y establece recomendaciones. Eso es lo que identifica a un país moderno y es lo que se está haciendo en España", señala el controlador, ahora escritor.

Uno de sus lemas es "divertirse como bucaneros y ser vigilantes en temas de seguridad como capitanes" y su libro "es hijo de una emergencia del 2009": una situación de emergencia en una lancha de cinco metros de eslora en la que viajaban tres aficionados a la pesca deportiva y que volcó a doscientos metros de puerto con la mala suerte de que el ancla hizo firme en el fondo.

"Ellos no fueron capaces de generar ninguna señal de alerta eficaz", relata Capeáns, quien recuerda que dos de los tripulantes fallecieron y solo hubo un superviviente, pero probablemente los tres se habrían salvado si la comunicación del accidente hubiera sido adecuada.

Hacer un buen mantenimiento de la embarcación, porque la emergencia "más frecuente con mucha diferencia es la avería mecánica", "revisar bien la meteorología" antes de salir a navegar y "conocer las limitaciones" de cada uno es indispensable para minimizar los riesgos.

"Las historias de grandes temporales que se cuentan en las barras de los bares no están entre mis favoritas porque esa no es la filosofía de las embarcaciones de recreo. La navegación más habitual es la costera, entre rías, y hay información meteorológica suficiente para que no te cojan temporales. Se trata de divertirse, no de poner vidas en riesgo", apunta.

Y si la emergencia se produce, "cumplir con los procedimientos de comunicación" es imprescindible para tener posibilidades de que la alerta sea eficaz, aunque "tampoco está de más" un simple teléfono móvil y una llamada al 112.

Después, se trata de analizar qué falló y estudiar medidas para que no vuelva a producirse. Ese protocolo está en marcha ahora con el reciente accidente de una embarcación de recreo que chocó con una batea en Galicia.

"Las posiciones de la batea aparecen en la cartografía, pero, además, ¿se debe establecer una señalización luminosa? Hay que analizar pros y contras", explica.
En esa emergencia, en la que no hubo que lamentar fallecidos, se produjo de noche, lo que incremente el riesgo en la navegación: "A alguna gente le pasa desapercibido. Tienen el título y pueden navegar en oscuridad, pero no cuentan con la experiencia necesaria para hacerlo".

Por eso, sostiene, "la pelota está en el tejado de los que hacen la navegación de recreo", que son quienes, además, tienen la responsabilidad de "comunicar de manera eficaz la necesidad" que puede surgir en el momento en el que las circunstancias sobrevienen en contra de manera inesperada y hay que dar la voz de alarma. Aviso a navegantes. EFE