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Capítulo 11   LOS NAVEGANTES TROLEROS


Hoy tocaba limpieza. Trinquete estaba con la cabeza metida en la nevera tratando de fregar su fondo y Botalón tenía desmontado el respaldo de la banqueta y estaba adecentando las taquillas.
La radio amenizaba la hacendosa escena con una música que de repente cesó entre los pitidos del informativo horario.
El receptor ofreció la intervención de un político tan fingida, tan llena de tergiversaciones y calumnias infundadas que Botalón, sin poder aguantar su temperancia política, comenzó a mascullar, con raro énfasis, peyorativas frases inteligibles.
Trinquete profirió una suave carcajada y una ancha sonrisa arrugó su cara sonrosada por el esfuerzo de su limpieza boca abajo.
- Naturalmente, apostilló sarcástico.
- Perdóname Trinquete pero  es que ya estamos rodeados e incluso inmersos
en un mar de mentiras. Es que la hipocresía se ha convertido desgraciadamente, en una de las principales reglas para desenvolverse en la vida.
- ¿Y en el pasado? ¿Pasaba igual? ¿Había, por ejemplo, navegantes de pega?
La historia de los navegantes descubridores españoles está llena de las más grandes hazañas y odiseas impensables por su heroicidad pero también existieron oportunistas y mentirosos.
- Bueno pues mientras terminamos, ¿por qué no me relatas la historia de  uno de ellos?
- Bueno, te voy a contar la historia de dos personajes que están enlazados por que el actual deshielo acelerado del polo norte por lo ahora que viene muy bien a colación.
Era 1557 y tenemos a Juan de Fuca , que en realidad había nacido en Grecia con otro nombre pero que era español por casamiento, navegando con tres barcos y 100 hombres para descubrir el mítico paso del noroeste que se creía se encontraba entre los océanos Atlántico y Pacífico, la puerta norte a nuestro segundo océano descubierto, y lo intentaban descubrir para así adelantarse a la posible competencia de Inglaterra.
Este Fuca no era un piernas ya que navegó más de 40 años como capitán de la Corona de España transportando el oro del quinto real por el Mar del Sur y había cruzado innumerables veces el Atlántico.
En esa época ya estaba retirado a la "marina mercante" que era como decir que era medio pirata, pero tenía tanta fama como buen navegante que el Virrey de México lo eligió para mandar esta expedición.
Fue un fracaso; hubo un motín a causa de una cierta malversación de los dineros y volvió atrás sin haber cumplido su misión.
Tuvo otra oportunidad en 1592 cuando el Virrey le mandó esta vez con una pequeña carabela y una pinaza.
Regresó diciendo que por fin había descubierto el primer estrecho cuya entrada estaba situada en los 47º N. Este estrecho, entre la isla de Vancouver y el estado norteamericano de Washington, lleva actualmente su nombre, aunque su situación diste un grado de la indicada por Fucar.
 

Foto 11 01Siguió contando que penetró en dicho estrecho y prosiguió entre otros muchos navegando durante más de 20 días. Encontró nativos vestidos con pieles de animales que parecían feroces por lo que no tuvo más remedio que  la vuelta para regresar de nuevo a Acapulco pero no sin antes,¡por supuesto!, haber alcanzado el Mar del Norte y con ello el Atlántico. El paso estaba descubierto y él lo había hecho.



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Pero esta hazaña, en ese tiempo y por el hielo, era geográficamente imposible tal y como demostraron más tarde múltiples exploradores.
Cuando se enteró el político, le prometió en su propio nombre de Virrey y en el del rey Felipe II, grandes recompensas a tenor de la gran e importante gesta.
Pasó el tiempo y estas recompensas, nunca venían de España por lo que lo mejor era , le dijeron con muchas alharacas, que viajase a España para recogerlas.
En España le dieron, también con grandes muestras de afectos, constantemente largas por lo que envejecido y decepcionado volvió a Grecia donde murió.
Y en esa corte estaba nuestro listo de turno: Se llamaba Lorenzo Ferrer Maldonado.
 

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Parece ser que era andaluz y un atípico artista: sabía cantar, pintar, dibujar, alzar planos, imitaba todo tipo de escritura, sabía muchas lenguas, conocía las leyes, ameno y sus charlas eran de gran ingenio, matemático, astrólogo, alquimista y todo lo que le pusiera por delante.
Lo trincaron por falsificar documentos pero huyó y apareció en Madrid en 1609 como falso y heroico capitán dándose un pisto entre los desconocidos y logrando al fin, instalarse en la corte de Felipe III.
Empezó a escribir libros de sus "descubrimientos" como marino así como matemático y cosmógrafo. Afirmó haber inventado un compás de navegación para que con él se pudiera en cualquier momento hallar la longitud que en aquella época sería toda una revolución científica
Tenía siempre a mano el enigmático libro de fórmulas mágicas "La Clavija de Salomón" que decía había descifrado y no quería poner en marcha el gran poder que esa magia le confería…
- Lo echarían de la Corte por farsante. ¿No?, Preguntó asombrado Trinquete
- A pesar que los círculos cultivados lo consideraban un embaucador, triunfó y triunfó tan bien que les dieron buenos dineros por sus fantasiosos relatos y sus inservibles instrumentos que nunca funcionaban, pero que él siempre tenía una excusa que disculpase esa inutilidad.
Bien pues este personaje, enterado de lo de Fúcar y de la importancia estratégica de este descubrimiento, relató que él lo había descubierto antes: exactamente en 1588, pero no navegando hacia levante sino entrando por el Atlántico.
Y compuso en 1609 su alucinante y meticulosa "Relación del descubrimiento del Estrecho de Anián" con detalles inverosímiles, alzando mapas desde diferentes perspectivas, la longitud, anchura y posición del paso, describiendo su vegetación, los animales, sus habitantes que decían eran asiáticos y cómo se comunicó con ellos en latín, y describiendo un clima benévolo a pesar de que la expedición se realizo en los meses de enero y febrero (¡!)…
Esta historia fue tan bien contada que embaucó a todos; no sólo en su tiempo sino en los venideros porque en 1616 Willian Baffin lo buscó infructuosamente; en 1745 el gobierno inglés daba una recompensa de 20.000 libras a quien lo encontrara; en 1789 el geógrafo famoso Buache de la Neuvill anduvo por allí; en 1792 Malaspina recibe órdenes de la Corona para buscar el canal y manda a Alcalá Galiano con sus fragatas para encontrarlo.
Y no me paro aquí porque fueron muchos más como Alexei,Chirikov,Bering,De la Bodega,Cook,Cabot,Frobisher,Barents,Bligh,Vancouver,Gore,Mackenzie,Ross y tantos otros como el desgraciado sir John Franklin de cuya búsqueda en 1845 no regresó nadie.
El estrecho de Anián era un fantástico mito pero forma parte de los hitos de la exploración de la humanidad.
Por fin la sorpresa viene en 1907.
 
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 El noruego Roald Amundsen a bordo de su pequeño velero Gjoa, comprado a base de sacrificios y perseguido por los acreedores, logra atravesar el paso del Noroeste, la mítica ruta desde la bahía de Hudson hasta el estrecho de Bering, aunque para ello necesitó sobrevivir las inclemencias varios inviernos árticos atrapado en la banquisa esperando el deshielo para navegar.
Al final el mentiroso ha tenido buena suerte porque ha quedado demostrado que las situaciones que dio en su "Relación del descubrimiento del estrecho de Aniám" son muy coincidentes por las dadas por Amundsen por lo que muchos ingenuos se preguntan por la veracidad del relato.
Actualmente el paso, y por el calentamiento global, es practicable algunos años y se piensa que será en el futuro una alternativa viable a la del Canal de Panamá.
 

 Foto 11 05 

Sólo falta que lo llamen canal Maldonado para igualarse a su compañero de trola.
- ¿Y si lo hacen? Preguntó retador Trinquete.
Botalón alzó la cabeza, miró con aire indiferente a su sobrino y volviendo de nuevo a su tarea le respondió con voz muy queda:
- Sería una sinrazón; pero es que ya no me extrañaría nada.