LOS CASCOS
La obra viva del casco determina con sus propias líneas de flotación la forma en que navega el barco.
Y así tenemos, por ejemplo, las gabarras de transporte en el Rhin y en el Danubio, embarcaciones que tienen una proa especialmente afilada y fuerte en Noruega y Finlandia (para romper el hielo), carenas con una <V> profunda para las olas cortas del Mediterráneo y otras redondeadas para las largas olas de los océanos.
El Casco Plano
El casco más elemental que descubrió el hombre cuando construyo la primera embarcación sin obtenerla del tronco de un árbol vaciado fue el casco plano.
Los barcos de fondo plano, o de casco plano, más que para el recreo están destinados al uso profesional para pescadores.
La poca resistencia hidrodinámica permite instalar a popa motores de baja potencia para obtener una marcha constante.
Del casco plano se han derivado, con las modificaciones oportunas, cascos como el trimarán o el de ala de gaviota que, a las características de buen gobierno en distintas condiciones que tiene el casco plano, agregan la posibilidad de alcanzar velocidades elevadas, manteniendo al mismo tiempo una gran capacidad y una buena estabilidad transversal.
Entre las características peculiares de una embarcación de casco plano tenemos la buena resistencia a los desequilibrios de peso laterales, muy importante para el trabajo a bordo, porque permite a los pescadores desplazarse, pero también estibar las redes a un lado o sencillamente sacarlas fuera del agua a lo largo de la borda sin correr el peligro de que se vuelque la embarcación.
El Casco Redondo
Las piraguas obtenidas de los árboles fueron las primeras embarcaciones de las que se tienen noticia.
Al transformarse la canoa en barco, se añadió al casco una quilla a lo largo de toda la carena por la parte inferior, cuya función es la de soportar el esqueleto del barco y que resulta fundamental para la estabilidad en la navegación.
La característica principal de este tipo de casco es que navega lentamente y es muy marinero.
El casco redondo se balancea de forma acentuada cuando tiene el mar de través, amortiguando por medio de las oscilaciones el efecto de la fuerza de las olas.
En lugar de intentar imponerse con dureza ante un impacto decidido contra la ola, el casco redondo amortigua el golpe con el agua resbalando por encima de ella.
Al cambiar la inclinación lateral del barco varía el volumen de agua desplazado por el casco mismo, que ya no se <apoya> sobre la quilla.
Es decir, sobre la parte larga y estrecha de la embarcación, sino sobre el costado, que, al ser mas plano, desplaza mayor cantidad de agua y recibe, consecuentemente, un impulso de abajo a arriba mayor, según el conocido principio de Arquímedes.
La Carena en <V>
Cuando se habla de un casco rápido, se entiende instintivamente la carena en <V>.
Estas embarcaciones han sido ideales para practicar el esquí náutico y para las excursiones rápidas a lo largo de la costa.
Se acentúa el adelgazamiento hacia la proa, con un tajamar especialmente afilado en la roda, mientras que desde la mitad del casco hasta la popa van sobresaliendo progresivamente dos nervaduras cuya función es la de servir de apoyo lateral tanto con el barco parado como en navegación.
La carena en <V> no es muy estable en ruta cuando no avanza en planeo.
Los Multicascos
Su principal característica es que ofrecen una resistencia al avance hidrodinámico verdaderamente mínima, por lo que pueden motorizarse con potencias bajas manteniendo al tiempo prestaciones muy altas. Pero para obtener este tipo de cascos es necesario sacrificar, por lo menos en parte, la habilidad de la embarcación.
La solución ha la que se ha llegado es combinar medio barco con forma de ala de gaviota a proa y la otra mitad en <V>.
El casco de ala de gaviota -se llama así porque su perfil en sección recuerda precisamente a una gaviota volando- prima la nervadura central de la quilla respecto a las dos laterales; con este sistema se obtiene un casco que corta las olas con su centro, como si fuera en <V>, pero se apoya inmediatamente después en las nervaduras laterales mejorando la estabilidad transversal.
En algunos barcos cuyas prestaciones son especialmente altas y destinados a hacer frente al mar en sus condiciones más adversas –razón por la cual han sido adaptados también para los salvamentos costeros en los diferentes mares del mundo-, se ha adoptado el casco en forma de catedral.
Se trata de una ala de gaviota modificada que conserva la nervadura central de la quilla muy pronunciada y de soporte, con las dos nervaduras laterales que comienzan no al final de la proa, sino aproximadamente un tercio más atrás respecto a la eslora del barco.
Con este tipo de cascos se obtiene un impacto más suave sobre la ola porque corta con su parte central el agua y forma un surco no excesivamente profundo, con el fin de que las dos nervaduras laterales intervengan a su debido tiempo y sirvan como estabilizadores de soporte.
Los Cascos de Goma
Se trata de un panel que se tensa por la presión misma del aire de los flotadores y por una quilla de contrachapado o de una cámara de aire más en la parte central del fondo que sirve de larguero de quilla, el casco de un bote de goma no puede ser nunca perfecto por lo que respecta a su comportamiento en el mar.
Es una copia de la carena en <V> y el diedro de popa esta determinado por el espejo en contrachapado que perfila de una forma naturalmente rígida el arranque de popa del panel que configura el fondo de la lancha.